domingo, 1 de diciembre de 2013

Bronca


Al experimentar desazón por algo o por alguien, ¿quién, alguna vez, no expresó su bronca con vehemencia? Al respecto, el diccionario de la lengua española la denomina como  una irritación,  disgusto o enojo que se da  por  una irregularidad  individual o social.  De ahí las expresiones: “me  da  bronca” o  “tirar  la bronca.”

El tango titulado  “Bronca” fue grabado en  julio de 1963. Edmundo Rivero compuso su música y Mario Battistela  es el autor de la letra  que  crítica  la modernidad por  descalificar  al  decente y honrado. Rememora  a ese otro  tango  de  Enrique Santos Discepolo,  quien  allá por el año 1934 adjudica el malestar existencial  al “¡Siglo veinte, cambalache, problemático y febril…!”
En el año 1970, Pedro y Pablo, banda conformada por Miguel Cantilo y Jorge Durietz, autor y coautor respectivamente, interpretan “La marcha de la bronca.”  En ella expresan   su pesadumbre porque: “No puedo ver tanta mentira y tanto desastre organizado.”  “Bronca porque matan con descaro pero nunca nada queda claro.”  Pero, a pesar de todo, manifiestan  su  ilusión: “Bronca que también es esperanza…”  

¿Las causas?  Pueden ser múltiples y  variadas. El acierto está en descubrir los motivos para  proceder racionalmente  y acertar equitativas  soluciones. En toda convivencia  el conflicto siempre está latente. El saber apaciguar los ánimos depende del  nivel de inteligencia que se tenga  y de la buena voluntad que se brinda. ¿Por qué? Porque: Con el puño cerrado no se puede intercambiar un apretón de manos. (Indira Gandhi)

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