sábado, 30 de enero de 2016

Prófugos


“Antes huir que morir.” (Refrán) 

El vocablo “prófugo” proviene del latín y se compone del prefijo “pro” que indica ir hacia adelante y del verbo “fugare”  que expresa la acción de huir. Algunos de sus sinónimos aluden a quien es perseguido por la justicia. 

 Los relatos referidos a fugados atraen la curiosidad, cualquiera fuere su causa. Muchos autores del Siglo de Oro español  han acuñado en sus textos la idea del refrán  “a enemigo que huye, puente de plata.”  Su interpretación sugiere la conveniencia de librarse de quien es perjudicial. 

 El evadirse de uno mismo no tiene sentido, bien lo dice el filósofo francés Jean Paul Sartre (1905-1980) al  afirmar que “es inútil intentar huir de la angustia de existir.” Pero, quien se ve afectado por los desaires ajenos, se consuela  con la creencia de la justicia divina afirmando que “de mi y de todos se burlara, pero de Dios  no escapara.”  Como tampoco uno puede escabullirse de la voz de su conciencia, aunque algunos la adormecen y de sí mismo son prófugos.