“El enano ve gigantes por todas partes.” (Refrán)
La estatura al igual que el nombre diferencian a las personas. Máximo como sustantivo indica que algo es superior. Así lo entendieron varios emperadores romanos, que se hicieron llamar de ese modo.
El filósofo Séneca que vivió en el siglo I, en tiempos de Nerón, aconseja: “El que siempre busca grandeza, alguna vez la encuentra.” Un proverbio chino complementa esa idea al comentar que “las grandes almas tienen voluntades; las débiles tan solo deseos.”
El Escritor británico William Shakespeare (1564-1616) reflexiona, casi como con un juego de palabras: “No temáis a la grandeza; algunos nacen grandes, algunos logran grandeza, a algunos la grandeza les es impuesta y a otros la grandeza les queda grande.”
El filósofo y matemático francés Blas Pascal (1623-1662), en sus escritos titulados Pensamientos, explica: “La grandeza de un hombre está en saber reconocer su propia pequeñez.” Esta sugerencia es válida para todos y de un modo especial para quienes se considera superiores como si fueran lo máximo.